Concerts
BOS SEASON 11-2010-2011
Abono Iniciación
G. Mahler: Sinfonía nº 3 en Re menor
Nathalie Stutzmann, contralto
Coro de mujeres de Andra Mari de Errenteria (dir. J.M. Tife)
Kantika Korala (dir. Basilio Astúlez)
Günter Neuhold, director
DATES
Venta de abonos, a partír del 24 de junio.
Venta de entradas, a partir del 16 de septiembre.
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Música y Naturaleza
son dos de las fuentes imperecederas en las que bebe la inspiración de Mahler y su espíritu se nutre.
El propio músico se consideraba un “compositor veraniego” a quien, en época estival, sus quehaceres profesionales como director de orquesta, le dejaban tiempo para dedicarse a su pasión por la escritura y el contacto con la Naturaleza.
Gustav Mahler (Kaliste, Bohemia, 1860-Viena, 1911), al igual que su Tercera Sinfonía, son productos poliédricos, fruto de las múltiples encrucijadas que marcaron la vida de los habitantes de Bohemia y Moravia (bajo la dominación de los Habsburgo desde el siglo XVI) y de la unión de sus padres, dos seres en permanente conflicto y desamor. “Ellos estaban poco hechos para entenderse, como el agua y el fuego. El era la inflexibilidad, la testarudez misma. Ella, la encarnación de la dulzura. Sin esta alianza, ni yo ni mi Tercera Sinfonía existiríamos. Siempre que lo pienso, me invade una extraña sensación”, dejará escrito Mahler.
El padre de Gustav, Bernhard Mahler, era comerciante de licores y un hombre de carácter violento, siempre envidioso de quienes estaban situados en mejor posición social. En su afán de “germanización” (es decir, de elevarse en la escala social), llenó la casa de libros de cultura alemana y, al tiempo, contribuyó a incrementar el sentimiento de “desubicación” que siempre padeció su hijo. La madre del músico, Maria, era hija de una destacada familia judía de la localidad vecina, mujer de cultura considerable, reservada, comprensiva y dulce, que hacía gala de una resignación que no afectaba a su marido. Poco después del nacimiento del compositor, se promulga un decreto sobre la libertad de domicilio para los judíos y la familia Mahler se traslada a Iglau, entonces tercera ciudad en importancia de Moravia. Tenía escuelas secundarias, teatro de 1200 localidades, sociedad musical, banda de regimiento y orquesta municipal. De la hospedería que su padre instala, junto a una destilería y una panadería y del cercano cuartel militar (uno de los muchos que salpicaban las pequeñas poblaciones del entonces Imperio austro-húngaro), extraerá Mahler sus primeras experiencias musicales. Estas elementales huellas sonoras que provienen de las canciones de posada y de las marchas y toques militares, estarán presentes en este primer periodo de su creación sinfónica al que pertenece la Tercera.
El fallecimiento de varios de los hermanos de Mahler a edades tempranas, vino a sumarse a sus experiencias infantiles y la paradoja de la muerte en la plenitud de la vida se manifiesta a menudo en su música, tanto como lo popular, lo militar, el amor por la naturaleza o el sentimiento de desubicación espiritual.
El uso de ideas a menudo poéticas y en ocasiones dramáticas, la utilización de melodías folklóricas, los ritmos de marcha, las irrupciones de apasionado lirismo campesino, los coloridos contrastes tonales, la sutil riqueza rítmica, propia de danzas populares… todo ello convive en este collage sonoro, con la declarada intención de referir la conquista simbólica del invierno por el verano. Mahler quiere crear un canto definitivo donde “toda la Naturaleza encuentra su voz”. Según relato de su buena amiga la violinista Natalie Bauer-Lechner, un día en que se encontraban ambos en una fiesta campestre, rodeados de la belleza de los bosques, los cantos y la alegría populares (incluidas las barracas de tiro, un teatro de marionetas, columpios, tiovivos, una orquestina militar) Mahler exclamó: “¿Oyes? He aquí una polifonía o yo no entiendo nada de música. Es así, provenientes de todas direcciones, como deben surgir los temas, sin relaciones mutuas desde el punto de vista rítmico o melódico: lo único que debe hacer el artista es ordenarlos y uniros en un todo coherente”. Y esa es la esencia de la Tercera. “No tiene usted necesidad de mirar el paisaje”-dijo Mahler a Bruno Walter que lo visitó en esa época- pues yo lo he puesto todo en mi composición”.
A partir de la década de 1890, Mahler se comprometió con los dos géneros musicales en los que su imaginación creadora es más productiva: la canción y la sinfonía. Allí donde el canto puede perfilar mejor un sentimiento o clarificar una creencia espiritual, el autor no dudará en utilizar sus propias canciones, o escribir otras nuevas, con la clara intención de dar coherencia a su concepción dramático-sinfónica.
En la Tercera, Mahler concibe un diseño musical que recurre a la voz con flexibilidad y clara intención dramática. La canción en boca de la mezzosoprano, con un texto de Así habló Zaratustra de Nietzche (que daría origen, también por aquellos años, al poema sinfónico homónimo de Richard Strauss) y el coro, con texto del Wunderhorn (antología de poemas populares, llevada a cabo a principios del siglo XIX por Arnim y Brentano) se ponen al servicio del discurso narrativo.
Otra característica fundamental de esta etapa creativa es el tratamiento de la instrumentación. Desde el comienzo de su trayectoria como compositor, Mahler demostró un evidente dominio de la orquestación propiciado, en gran medida, por su profundo conocimiento de la orquesta sinfónica. Pero supo evolucionar desde el derrochador despliegue de recursos con que inicia su carrera hasta la claridad, refinamiento y sutileza en la utilización de timbres y texturas. De esta manera, es capaz de organizar agrupaciones instrumentales independientes dentro de la gran orquesta que son fuente de la abundancia y variedad de efectos sonoros.
Otra consecuencia de su concepción teatral de la música sinfónica, es la utilización de las tonalidades con intenciones dramáticas. A través de continuos cambios de tono, la música nos transportará del gélido invierno coloreado en re menor del principio, al radiante Re Mayor con que “el Amor nos habla”.
Y así, el plan formal y tonal de la obra organiza un mosaico sonoro pletórico de colores musicales, que va “narrando” la progresión entre la naturaleza inanimada y la vida después de la muerte (como tantas veces, el más allá es la culminación de una sinfonía de Mahler).
El compositor sigue una secuencia de ideas bien determinada, que es vertebrada por los títulos que él mismo indicó en el esbozo de la partitura y que, más tarde, suprimió (quería que la obra se considerase como música “pura” que, verdaderamente era en lo que se había convertido). Y aunque es fácil escuchar la unidad estructural de la sinfonía sin estas indicaciones, a continuación quedan anotadas, como guía para este trayecto por la naturaleza y la imaginación de Mahler.
1. El despertar de Pan. El verano hace su entrada
En este audaz movimiento, el compositor utiliza toda clase de invención popular: tonadas, fanfarrias y vigorosos ritmos militares, con la intención de encarnar su concepción dramático-teatral del ímpetu con que el verano nos sorprende y expulsa al invierno. Ocho trompas son las encargadas de despertar al dios Pan, con ellas se inicia el monumental discurso sinfónico-pastoral de la Tercera. Una verdadera oda a la Naturaleza que parece haberse transformado en sonido, un canto profundo a la madre Tierra.
2. Lo que me cuentan las flores del campo Tempo di Menuetto. Grazioso
Se desarrolla aquí un tema encantador orquestado con sutileza, flexibilidad y aroma floral.
3. Lo que me cuentan los animales del bosque Comodo. Scherzando. Sin precipitación.
Es una página llena de humor que, en ocasiones se transforma en ironía y concluye en una explosión de alegría. Los animales danzan y celebran.
4. Lo que me cuenta el hombre (la noche)
Cuando el sueño del compositor pasó de las flores y los animales a la humanidad, Mahler sintió añoranza de la palabra y emocionado por el enigma del destino, oscilante entre la alegría y el pesar, escogió el poema de amor de medianoche de Nietzsche
5. Lo que me cuentan las campanas de la mañana (los ángeles).
Aquí Mahler evoca a Dios, en tanto que Amor que perdona. La música está cargada de la frescura que aportan las voces infantiles, el coro de mujeres y la contralto. El sonido aquí, ingenuo y jovial, simboliza la fe popular.
6. Lo que me cuenta el amor.
La música traduce ahora la serenidad de la esperanza en la Eternidad y el anhelo saciado de verano, como símbolo de gozo y autorrealización.
Y, recuerden, el verano siempre conquista al invierno y la Naturaleza nos regala sus sonidos y la Música sus colores. Afortunados somos de poder oírlos.
Disfrútenlos.
Mercedes Albaina
Nathalie Stutzmann, contralto
Comienza muy joven sus estudos de piano, fagot, música de cámara y dirección. Estudió canto con su madre, Christiane Stutzmann, ampliándolos en la Escuela de Arte Lírico de la Ópera de Paris, entre otros, con Hans Hotter y posteriormente estudió dirección con Jorma Panula.
Trabaja habitualmente con los directores más importantes, entre los que se encuentran Christoph Eschenbach, Sir John Eliot Gardiner, Mariss Jansons, Marc Minkowski, Seiji Ozawa, Sir Simon Rattle… y actúa como solista con las más prestigiosas orquestas, incluidas la Orquesta Filarmónica de Berlín, la Orquesta Filarmónica de Viena, la Orquesta Nacional de España, Filarmónica de Nueva York, la Orquesta de París y la Orquesta Sinfónica de Londres.
Paralelamente a sus numerosos conciertos como cantante, Nathalie Stutzmann dedica una parte de la temporada a su propia orquesta de cámara, Orfeo 55, fundada en 2009. Además realiza numerosos proyectos como directora invitada.
En 2011, con motivo de la celebración del 100 aniversario de la muerte de Gustav Mahler, Nathalie Stutzmann ofrecerá numerosos conciertos con obras del compositor. Sir Simon Rattle la ha invitado a cantar las Sinfonías N° 3 y N° 8 en la Philharmonie de Berlín, en el Royal Festival Hall de Londres y en el Concertgebouw de Amsterdam.
Nathalie Stutzmann es “Chevalier des Arts et Lettres” y ofrece clases magistrales por todo el mundo.
Coral Andra Mari Abesbatza
Fue fundada en 1966 por José Luis Ansorena Miranda hasta que en 1994 cedió el puesto de director a José Manuel Tife Iparragirre.
Ha conseguido numerosos premios y ha actuado repetidas veces en el Teatro Real, Auditorio Nacional, Barcelona, Sevilla, Tenerife, Festival de Perelada, Festival Internacional de Santander, Festival Internacional de Granada, Quincena Musical de San Sebastián, A.B.A.O. etc.
Asimismo colabora habitualmente en las temporadas de la B.O.S. y la O.S.E. y son reseñables, entre otras, las colaboraciones con la Nacional de España, Orquesta de Tenerife, Orquesta de Galicia, Filarmónica de Gran Canaria, Scottish Chamber Orchestra, Türingen Philharmonie Orchester, Orquesta del Siglo XVIII etc.
Ha sido dirigida por los directores Enrique Garcia Asensio, Odón Alonso, Frans Brüggen, Nicholas Kramer, Jesús López Cobos, Leopold Hager, Andreas Mitisek, Antoni Ros Marbá, Juan José Mena, Victor Pablo Perez, Stefano Ranzani, Pablo González, Juan José Mena, Andrés Orozco Estrada, Robert King etc.
Creó, en Errenteria, el festival Musikaste, Semana de Compositores Vascos que se celebra anualmente, así como Eresbil, Musikaren Euskal Artxiboa/Archivo Vasco de la Música.
Leioa Kantika Korala
Kantika nace en 2001 en el seno del Conservatorio Municipal de Leioa por iniciativa de su director, Basilio Astulez. Formado por 45 cantantes de entre 10 y 17 años, el coro es hoy un referente en el panorama coral actual tanto por sus valientes programaciones como por su cuidada puesta en escena y su compromiso con el encargo y estreno de nueva música a autores de todo el mundo.
Kantika ha realizado diez giras internacionales en Europa y América y recibido importantes galardones, en certámenes como Gorizia 2008, Tolosa 2008 y en Arezzo 2009 donde obtuvo el primer premio. En 2010 Kantika fue invitada al Judgendchor Festival Basel, uno de los más prestigiosos del mundo en el que cosechó gran éxito de crítica y público.
Recientemente ha estrenado en Lisboa la ópera infantil As Palavras Na Barriga del compositor portugués Vasco Negreiros. Junto a Kepa Junkera acaba de presentar su quinto disco Beti Bizi, en el que versiona danzas vascas tradicionales.
Calendar of Events
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Cámara 3
Place: Euskalduna Palace
M. Ravel: Le tombeau de Couperin, para quinteto de viento
Quinteto de viento BOS
J. S. Bach: Sonata nº 3 en re menor
BOSen ensemblea
A. Scarlatti: Cinco arias para soprano, trompeta, cuerdas y continuo
Ensemble BOS
Así habló Zaratustra
Place: Euskalduna Palace
Pablo Gonzalez, director
Jonathan Mamora, piano
I
LUDWIG VAN BEETHOVEN (1770 – 1827)
Egmont, Obertura Op. 84
WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756 – 1791)
Concierto nº 23 para piano y orquesta en La Mayor K 488
I. Allegro
II. Adagio
III. Allegro assai
Jonathan Mamora, piano
II
RICHARD STRAUSS (1864 – 1949)
Also sprach Zarathustra Op. 30
*Primera vez por la BOS
Dur: 100’ (aprox.)
Cascanueces en Navidad
Place: Euskalduna Palace
O. Respighi: Trittico Botticelliano
W.A. Mozart: Exsultate, jubilate K. 165
P.I. Tchaikovsky: Cascanueces, acto II Op. 71
Alicia Amo, soprano
Giancarlo Guerrero, director
Conciertos para bebés. Clásicos de Navidad
Place: Palacio Euskalduna. Bilbao
Compañía: Compañía Musicalmente
Saxofones: Alberto Roque/José Lopes
Acordeón: Pedro Santos
Voz: Isabel Catarino/Cristiana Francisco
Bailarina: Inesa Markava
Voz y Dirección: Paulo Lameiro
Para bebés de 0-3 años
Duración: 45’
Aforo: 50 bebés + hasta 3 acompañantes por bebé.
Importante: Todas las personas que accedan a la sala (bebés incluídos) deben presentar la correspondiente entrada.
Precio de las entradas:
– General 12 €
– Abonados y abonadas BOS 10 €*
* La compra con descuento para personas abonadas solo puede hacerse en la “zona personal” de web, o en taquilla.