ECOS AFROAMERICANOS, ALMA LATINA
Aunque el jazz hunde sus raíces en los cantos que las comunidades afroamericanas llevaban a cabo en algunas zonas del sur de Estados Unidos, el jazz latino bebe además de fuentes brasileñas y afrocubanas: de la salsa, el mambo, la samba y la bossa nova, por ejemplo. Michael Mossman (Filadelfia, 1959) está ahí, en la línea de quienes fueran algunos de sus grandes ídolos de juventud: Dizzy Gilliespie, Mario Bauzá y Machito. Sorprenderá ver a un jazzman como él en la temporada de la BOS, pero en realidad el jazz y la música clásica llevan alrededor de un siglo cruzando sus caminos, y no sólo en Estados Unidos, pues hacia 1905 todo un francés como Debussy flirteaba a su manera con ritmos y sones provenientes del blues. Los intercambios culturales se abrían al mundo: poco después de que Darius Milhaud se pasease por las negras y jazzísticas calles de Harlem allá por 1922, George Gershwin viajaba a París con su Rhapsoy in blue a sus espaldas. Ahí están también los acentos jazzísticos que grandes figuras como Ravel, Shostakovich o Stravinsky imprimieron a muchas de sus músicas.
No, no es tan rara la relación entre la música clásica y el jazz. Al contrario. Pero Mossman viene de una rama, la latina, que hasta hace poco parecía subestimada por los más puritanos a este lado del Atlántico, quizás porque sorprendía que tras esa atmósfera fresca, divertida, exótica, tropical y de ritmos muy vivos latiera de fondo un tono enormemente melancólico y nostálgico. Era la alegría de vivir frente al recuerdo del pasado, que casi siempre fue mejor. Ese sentir afrolatino domina la música del ballet “Beneath the Mask”, compuesto por Mossman originalmente para Jon Faddis y la Chicago Jazz Ensemble y estrenado en el Harris Theater de la ciudad estadounidense con coreografía de su mujer Mayte Vicens en octubre de 2006, y domina también la película de animación Chico y Rita (2010) de Fernando Trueba, un sentido homenaje al jazz latino de los cuarenta y los cincuenta a través de la bella historia de amor que nace en La Habana entre el joven pianista Chico y la cantante Rita. Por ella pasan Bebo Valdés (Chico), Idania Valdés (Rita), Jimmy Heath (Ben Webster), Freddy King Cole (Nat King Cole), Amadito Valdés (Tito Puente), Yaroldi Abreu (Chano Pozo), Estrella Morente y, naturalmente, Michael Mossman, que interpreta al mismísimo Dizzy Gillespie.
No acaban ahí los mitos, pues en la segunda parte del concierto nuestro jazzman reinterpreta con alma latina al histórico Jelly Roll Morton (1885-1941), blanco y de Nueva Orleans, y a una leyenda viva de la música, Stevie Wonder (1950), pero también a Matt Danis y su canción Everything happens to me (1941), que escribió para la banda de Tommy Dorsey antes de que Frank Sinatra la hiciera volar por todo el mundo, y a David Raksin (1912-2004), autor del inolvidable tema de Laura (1944), de Otto Preminger, la obra maestra del cine negro que resplandeció bajo las sombras de la Segunda Guerra Mundial con la misma luz que irradia el jazz que Michael Mossman y su Quinteto nos traen esta noche al Euskalduna.
Asier Vallejo Ugarte
Jeb Patton, piano
Es uno de los pianistas destacados del jazz internacional y se le ha descrito como un joven fenómeno, de gran expresión y arreglista innovador.
Jeb Patton se graduó Cum Laude en la licenciatura de Artes y Ciencias, en la especialidad de música, por la Universidad de Duke.
Siendo miembro de la “Duke Jazz Ensemble“, bajo la la dirección de Paul Jeffrey, actuó con más de 60 músicos de jazz tanto de Nueva York, como europeos, realizando arreglos para dicha formación.
Ha participado también en proyectos de música clásica, actuando en recital y en dos ocasiones con la Filarmónica de New York. Estudia piano clásico con Lawrence Schuber e imparte clases de Historia del Jazz en el Queensborough Communtiy College.
Lonnie Plaxico, contrabajo
A la edad de 14 años ya había actuado con figuras destacadas del jazz de Chicago, su ciudad natal, convirtiéndose en profesional y tocando indistintamente el bajo elécrico y acústico.
En los años 80 se trasladó a Nueva York y comenzó a colaborar con artistas de la talla de Chet Baker, Dexter Gordon y Wynton Marsalis, entre otros.
Ha colaborado en al menos doce de los álbunes de Art Blakey, incluyendo el ganador de un premio Grammy “New York Scene“.
En la actualidad es el director musical y bajista de Cassandra Wilson, siendo ganador de un Grammy por su colaboración.
Antonio Hart, saxofón
Antonio Hart nació en 1968 en Baltimore y está considerado como un gran alto-saxofonista de jazz. Estudió en la Baltimore School for the Arts y en el Berklee College of Music con Andy McGheeen. Ha obtenido un Master en el Queens College, de la Universidad de New York. De formación clásica, se interesa por el jazz en la universidad. Su mayor reconocimiento lo recibió trabajando con Roy Hargrove.
Actualmente es profesor de jazz en la Aaron Copland School of Music y en el Queens College City University of New York.
Ha acompañado a grandes músicos de jazz, entre los que se encuentran Dave Holland, Roy Hargrove, McCoy Tyner, Dee Dee Bridgewater y Michael Mossman.
Cliff Almond, bateria
Formado en el Musicians Institute de Hollywood, al cumplir los 20 años envió una cinta a Chick Corea y al batería Dave Weckl, quien después de escucharla lo recomendó al pianista de jazz, Michel Camilo, con quien ha actuado en numerosos conciertos y festivales por todo el mundo.
En sus grabaciones y colaboraciones con distintos músicos podemos escucharle interpretando música latina tradicional, pop y swing. Colaborora con artistas de la talla de Anthony Jackson, John Pattitucci, Mike Stern, Chuck Loeb, Michael Brecker, Paquito D’Rivera, Terrance Blanchard, Akiko Yano, Michel Camilo, Michael Mossman, Manhattan Transfer, Celia Cruz, Tito Puente y Eddie Palmieri.
Michael Mossman, trompeta y director
Trompetista norteamericano, se apasionó por el jazz con 15 años. Pronto tuvo ocasión de viajar a Europa con la American Youth Jazz Orchestra. Continuó con sus estudios de Psicología y Antropología y posteriormente ingresó en el Conservatorio de Música donde se graduó con dos títulos.
En Chicago colaboró con la Orquesta Sinfónica de dicha ciudad, adquiriendo una gran experiencia profesional y musical.
Además de actuar como solista y director de orquesta, Michel Mossman, tiene numerosos trabajos como arreglista. Hizo arreglos y dirigió “Mambo Nights” Arturo Sandoval con la WDR Big Bag de Colonia (2008). Junto a David Sanborn “Spirits Dancing” con la HR Big Bag de Frankfurt (2009) y con Joe Gallardo “Latin Jazz Latino” con la NDR Big Bag de Hamburgo (2006).
Entre sus trabajos cabe destacar su colaboración con el director Fernando Trueba, en la película “Calle 54” (2000) y “Chico y Rita” (2010).
Actualmente es director de “Jazz Studie – Aaron Copland School of Music” en el Queen College de Nueva York.