Conciertos

TEMPORADA BOS 8

Abono Iniciación


Palacio Euskalduna.   20:00 h.

D. Milhaud: Scaramouche, para saxofón y orquesta
M. Theodorakis: Cretan concertino, para saxofón y orquesta
P. Iturralde: Czardas, para saxofón y orquesta
S. Rachmaninov: Sinfonía nº 2

Theodore Kerkezos, saxofón
Jin-Hyun Baek, director

FECHAS

  • 20 de enero de 2011       Palacio Euskalduna      20:00 h.
  • 21 de enero de 2011       Palacio Euskalduna      20:00 h.

Venta de abonos, a partír del 24 de junio.
Venta de entradas, a partir del 16 de septiembre.

Conoce aquí todas las ventajas de ser abonado de la BOS

Rumbo a  otras tierras
nos lleva el impulso expresivo de cuatro creadores, relativamente cercanos a nosotros en el tiempo. Acomódense y tengan a mano sus zapatillas de baile.

Darius Milhaud (Aix-en-Provence, 1892-Ginebra, 1974) nació en el seno de una familia distinguida, acaudalada y enormemente aficionada a la música, que favoreció el desarrollo de las dotes musicales de su hijo, primero dirigidas al estudio del violín y, posteriormente, consagradas a la composición. Fue uno de los autores más prolíficos de la primera mitad del siglo XX en el ámbito de los países latinos y cultivó todo tipo de géneros, de pequeña y gran envergadura, adaptándose a los nuevos formatos (cine, radio) y teniendo en cuenta a todo tipo de intérpretes (profesionales y aprendices).
Su lenguaje se caracteriza por dos aspectos fundamentales: por una parte, Milhaud enriquece su discurso, utilizando más de una tonalidad al mismo tiempo (politonalidad), pero sin romper con el sistema tonal. La otra característica importante de su música es que hace convivir, de manera natural, lenguajes de distinta procedencia: el lirismo, sencillo y directo, de su Provenza natal; el carácter chispeante y de despreocupada alegría del music-hall parisino, que degustó junto a un brillante círculo de amigos que incluía pintores y escritores y el ritmo y color de la música brasileña, con la que tuvo ocasión de tomar contacto en  los casi dos años que vivió en Brasil, como secretario del poeta y diplomático Paul Claudel.
Scaramouche es una composición que surgió de la reelaboración para dos pianos que el propio compositor hizo, en 1937, de un material anterior: la música incidental que había escrito para Le Médecin volant de Molière. La escritura es constantemente idiomática y se caracteriza por un continuo intercambio de ideas musicales entre los ejecutantes principales: en este caso el saxofón y la orquesta. Es el tipo de música ingeniosa y refinada, pulida, irónica y vibrante que caracteriza el paisaje sonoro de los cafés y cabarets del París de entreguerras que Milhaud frecuentó. Tiene tres movimientos. El primero, Vif, es el retrato sonoro de la fluidez y explota la capacidad de las escalas musicales de sugerir movimiento, cuando son ejecutadas a gran velocidad. Una zona central presenta una melodía cantabile que recoge la intención clara de su autor de que “se pueda retener, canturrear y silbar fácilmente por la calle”. Y se cierra el movimiento con la vivacidad de las escalas. El segundo, Modéré, está escrito en una vena de sereno lirismo que parte de un motivo muy simple y deriva en una melodía sentida y modesta,  aunque no demasiado. La breve parte central está escrita en un gracioso y más danzante compás de 6/8, que cede su lugar al motivo del principio. Encantador. La Brasileira final conjura la fascinación que el compositor sintió por el vigor y colorido de un país lleno de vida. Pero la distinción y la coquetería también están presentes en este movimiento de la mano de una melodía sincopada que se desliza, sobre un ritmo perpetuo en el acompañamiento, haciendo convivir lo ancestral y la sofisticación.

Mikis Theodorakis (Chios, Grecia, 1925) es un compositor conocido sobre todo por su aportación a la música cinematográfica (excelente en las películas Zorba el griego y Serpico) y sus canciones, comprometidas e inspiradas en el folklore griego. Pero también tiene una nutrida producción camerística y sinfónica que ha sido merecedora de la consideración de algunos de los más importantes compositores del siglo XX como Olivier Messiaen, que fue su profesor en el Conservatorio de Paris o Darius Milhaud, con quien comparte hoy cartel. Cretan concertino, para saxofón y orquesta  es un arreglo de la Sonatina nº 1 para violín y piano que en 1952 escribió Theodorakis y que, en 2005, hizo Yannis Samprovalakis  para el saxofonista Theodore Kerkezos, a quien escuchamos esta tarde.
Debe su nombre a que incorpora elementos de la música cretense. El primer movimiento, Vivo,  tiene como células generadoras  los motivos de la danza tradicional Syrto Xaniotikos que  vertebran el discurso, y le dan  un carácter eminentemente rítmico que cede algo en la zona central, para adquirir luego un temperamento más oriental. El segundo movimiento, Largo, es abiertamente lírico y evocador de una atmósfera callada y, en cierto modo, misteriosa, lograda a través de armonías abiertas y colores tímbricos propios de un lenguaje impresionista. Pero el frenesí vuelve en el Allegro final, donde los acentos y polirritmias recrean una sousta, danza folklórica de vértigo, que hace pequeñas concesiones a la insinuación y el galanteo.

Pedro Iturralde (Falces, Navarra, 1929) es sobre todo conocido, dentro y fuera de nuestras fronteras, como músico de jazz (es uno de los pioneros del jazz en España junto a Tete Montoliú), pero ha completado su perfil musical con la docencia y la composición. Czardas, para saxofón y orquesta es, según indica él mismo, una obra inspirada en las danzas populares húngaras. Por esa razón, la composición presenta el tradicional cambio de tempo propio de estos bailes folklóricos: empieza de forma parsimoniosa (lassu) y termina con una velocidad fulgurante (friss o frisca) que conduce al frenesí.
Ya desde los primeros compases, crescendo, accelerando y de motivos ascendentes, se nos anuncia el arrebato y la exaltación a los que nos llevará la música. Pero antes, en la sección Andante nos deleitamos con un evocador y delicioso tema que canta la voz del saxo, arropado por una cálida orquestación. Poco a poco, el discurso se aligera y nos introduce en la siguiente sección, Allegro, que aún hace concesiones a la melosidad y sugerencia del tema inicial en el fragmento Maestoso que sigue. Y el saxofón puede demostrar su capacidad técnica y expresiva en la cadencia que sirve de lucimiento y de preparación para un final fresco, vigoroso y delirante con el que concluye este baile de notas.

Sergei Rachmaninov (Semyonovo, 1873- Beverly Hills, 1943) personifica una de esas raras paradojas que a veces se dan en la historia del arte: es un músico adorado por el público y discutido por buena parte de la crítica. Lo que es incontestable es que ha conseguido, a través de su lenguaje artístico, ser uno de los grandes comunicadores del siglo XX. Su genuina emoción, sin hacer concesiones a las corrientes más vanguardistas de su época, llega de manera directa al oyente. Y ya se sabe, la expresión auténtica es la que conecta y, por tanto, la que conmueve. La Segunda Sinfonía en mi menor, Op. 27 fue terminada en 1907 y estrenada al año siguiente en San Petersburgo, con Rachmaninov a la batuta. Es una de sus más perfectas creaciones. En ella encontramos el inequívoco espíritu romántico ruso, con un discurso denso pero, al tiempo, de absoluta transparencia; con un lirismo contenido y desbordante a la vez. Maravilla de dualidad.
La obra consta de cuatro movimientos, interrelacionados a través de las sucesivas apariciones y desarrollo del material temático que ya se esboza en el Allegro inicial y que va floreciendo hasta llegar a la recapitulación que representa el final de la composición. Esta “dimensión dramática”  de la música es una de las señas de identidad de la tradición sinfónica rusa, junto con la idea del devenir melódico: perpetuo, bello y lírico.
El primer movimiento Largo-Allegro moderato consta de una extensa y, en cierto modo, sombría introducción que da paso al lirismo y la retórica propios de un romanticismo profundamente sentido y expresado. Pero también nos presenta en su paleta de colores musicales, la visión sonora de un ambiente más mundano, muy querido también por el exquisito compositor y de un lenguaje más íntimo y evocador del “alma rusa”. Todas estas ideas tienen un apasionado desarrollo que conduce la música a una coda imaginativa y vigorosa.
El Allegro molto que sigue está escrito a la manera de scherzo y en él, nuevamente, conviven el vigor y la ternura, en un juego continuo de alternancias, persecuciones y cesiones, que se resuelven cuando los metales entonan un himno de carácter litúrgico, que conduce al reposo.
El Adagio siguiente se presenta con una de esas melodías memorables, extensas, sublimes en su sencillez, que atrapan el oído y envuelven el alma en su fluir lento y continuo (tal vez la hayan escuchado en alguna versión pop o jazz, que las hay). Atención a las individualizaciones tímbricas en el solo del clarinete del principio y, más adelante, en la trompa o el violín.
Y la obra concluye con el Allegro Vivace que supone, al mismo tiempo, el resumen de lo escuchado y la meta gloriosa del pensamiento sinfónico de Rachmaninov. La esencia de la obra se proyecta ahora de forma festiva y rotunda. 
Gracias a la creatividad de estos cuatro compositores, podemos viajar con la imaginación sonora, por paisajes alejados, pero cercanos en la emoción. ¡Feliz trayecto!

 Mercedes Albaina

Theodore Kerkezos, saxofón
El saxofonista Theodore Kerkezos fue nominado dos veces a los premios Grammy en Nueva York en 2007.
Ha colaborado con la Orquesta Sinfónica y la Filarmónica de Londres, la Philharmonia (de Londres), la Filarmónica de San Petersburgo o la Orquesta Sinfónica Tchaikovsky de la Radio de Moscú y con directores tales como Vladimir Fedoseyev, Gunter Neuhold, Yuri Bashmet y Yuri Simonov.
Ha ofrecido conciertos en el Royal Festival Hall, Wigmore Hall, Carnegie Hall, el Conservatorio Tchaikovsky  de Moscú y en la Tonhalle de Zúrich.
Iannis Xenakis y Mikis Theodorakis le han dedicado obras.
Theodore Kerkezos se graduó en el Conservatorio de Atenas con el profesor Babis Farantatos y continuo sus estudios en Burdeos con Jean-Marie Londeix y en París con Daniel Deffayet.
Es profesor en el Conservatorio de Atenas y ha impartido clases magistrales en los conservatorios de Moscú y Boston, en las universidades de Princeton y Boston y en las academias Chopin (Varsovia, Gnesin (Moscu) y Kiev.

Jun-Hyoun Baek, director

Jin-Hyoun Baek es Director Artístico de la Masan Philharmonic Orchestra, fundador y Director de la Festival Orchestra así como de la Busan Orchestra. También es Principal Director Invitado de la China’s Tianjin Symphony Orchestra desde 2004.

Ha dirigido la mayoría de las orquestas más prestigiosas de Corea y es  muy solicitado tanto en Asia como en el resto del mundo.

Bajo su titularidad, la Masan Philharmoni Orchestra y la Festival Orchestra han sido invitadas a participar en los principales festivales del mundo, aumentado su reputación internacional en las mejores salas de concierto. Jin-Hyoun Baek ha recibido numerosos premios que incluyen el Premio Busan Artist por sus contribuciones para el avance de la música clásica en Corea del Sur, además de haber sido nombrado “Today’s Leading Musician”.

Obtiene su licenciatura en la Universidad Keimyung en Corea, un Máster en la Escuela de Música de Manhattan de Nueva York y un diploma de postgrado en el Conservatorio de Brooklyn. Le fue concedida una beca para realizar estudios superiores de dirección en la Universidad de Hartford. Jin-Hyoun Baek es Doctor por la Academia de Artes Musicales en Rusia donde estudió dirección de ópera y música sinfónica con Sergei Borshev.
 

Info covid

Agenda de eventos

Lu
Ma
Mi
Ju
Vi
Sa
Do

Eventos relacionados

Temporada 2024-2025
13 - 14
Mar
2025
>Beethoven y el Doctor Atomic

Beethoven y el Doctor Atomic

Lugar: Palacio Euskalduna

John Adams revitalizó la ópera, devolviendo a la escena las noticias que habían sido historia reciente en las portadas de los periódicos. Doctor Atomic recrea el clima de tensión que rodeó a los primeros ensayos de la bomba atómica, y se adelantó a la hora de elevar a Oppenheimer a la altura de héroe trágico. Su música tuvo tal potencia que Adams creó una sinfonía sobre ella, a la que sucede en el programa el luminoso concierto de violín de Beethoven, una música sanadora en las manos del estupendo Khachatryan.

Joana Carneiro, directora
Sergey Khachatryan, violín


I

SAMUEL BARBER (1910 – 1981)

Adagio para cuerdas

JOHN ADAMS (1947)

Doctor Atomic Symphony*

The Laboratory – Panic – Trinity

II

LUDWIG VAN BEETHOVEN (1770 – 1827)

Concierto para violín y orquesta en Re Mayor Op. 61

I. Allegro ma non troppo
II. Larghetto. Attacca:
III. Rondo. Allegro

Sergey Khachatryan, violín

*Primera vez por la BOS
Dur: 110’ (aprox.)

Información y entradas
Temporada 2024-2025
27 - 28
Mar
2025
>Mozart, Mendelssohn y Suzuki

Mozart, Mendelssohn y Suzuki

Lugar: Palacio Euskalduna

Regresa Masaaki Suzuki con un programa a su medida. Comienza con una sinfonía de increíble madurez para un Mozart de solo 17 años, continúa con su música vocal con protagonismo para Jone Martínez, cuya voz enamoró a Suzuki en su primera visita, y finaliza con la hermosa sinfonía con la que Mendelssohn celebró la reforma luterana, y que contiene el solemne Amen de Dresde que utilizará más tarde Wagner en Parsifal.

W.A. Mozart: Sinfonía nº 25 en sol menor K. 183
W.A. Mozart: Selección de Arias de concierto
F. Mendelssohn: Sinfonía nº 5 en Re Mayor Op. 107 “de la Reforma”

Jone Martínez, soprano
Masaaki Suzuki, director

Información y entradas
Temporada 2024-2025
03 - 04
Abr
2025
>Penderecki y la Cuarta de Brahms

Penderecki y la Cuarta de Brahms

Lugar: Palacio Euskalduna

Penderecki fue un compositor de vanguardia, pero siempre estuvo atento a las formas del pasado. Inspirándose en ellas creó su Concerto grosso para tres violonchelos, una obra que se ha incorporado con éxito al repertorio del instrumento. Por su parte el joven Eduardo Strausser nos propone la Cuarta de Brahms, una obra maestra que también mira al barroco (la imponente passacaglia) y que corta la respiración con el motivo suspirante con el que arranca, el bellísimo solo de flauta que anticipa el final, u otros tantos que ustedes elijan.

W. Kilar: Orawa
K. Penderecki: Concerto grosso para tres violonchelos y orquesta
J. Brahms: Sinfonía nº 4 en mi menor Op. 98

Michał Dmochowski, violonchelo
Orfilia Saiz, violonchelo
Adam Klocek, violonchelo
Eduardo Strausser, director

Información y entradas
Temporada 2024-2025
10 - 11
Abr
2025
>Nobu y la Sinfonía fantástica

Nobu y la Sinfonía fantástica

Lugar: Palacio Euskalduna

El arquetipo del artista romántico es la idea sobre la que gira obsesivamente la Sinfonía fantástica de Berlioz, una obra que fue definida por Bernstein como el primer ejemplo de música psicodélica de la historia, y con la que cerramos nuestro ciclo de Mitos. El otro gran atractivo del programa será el regreso del pianista japonés Nobu, después de su inolvidable primera visita. Esta vez con el Concierto en Sol de Ravel, en el 150 aniversario del compositor.

M. Ravel: Pavane pour une infante défunte
M. Ravel: Concierto para piano y orquesta en Sol Mayor
H. Berlioz: Sinfonía Fantástica Op. 14

Nobuyuki Tsujii, piano
Tatsuya Shimono, director

Información y entradas